“Milpa de flores”, eso significa Xochimilco cuyos orígenes se remontan a la época prehispánica, cuando se viajaba en canoa y era uno de los cinco lagos que formaban la cuenca lacustre del valle de México.
Es agosto y ella es la mujer de la chinampa, la que ha heredado desde hace poco más de mil años la practica de la horticultura, de ahí que su labor sea Patrimonio Cultural de la Humanidad. Lleva sus amapolas, nubes y alhelís. Se las ofrece a los paseantes de las trajineras como un recuerdo de que se vino a Xochimilco, y de que esta tradición sigue transmitiéndose de generación en generación. También en este mes hay aretillos, las azaleas, claveles y girasoles, todos cosechados aquí, en esta tierra fértil rodeada de sauces y eucaliptos.
Los paseos por ahora están suspendidos, pero esperamos que pronto podamos volver a recorrer estos canales, mientras tanto disfrutemos de esta imagen.
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