"El objetivo de esta rehabilitación es prestar atención a los tipos de alimentos que estás consumiendo, y ser consciente de cuáles provienen de la naturaleza y cuáles son ultra o mínimamente procesados", explica la doctora Michael J. Snyder, especialista del Hospital Houston Methodist.
"La idea es pensar en la cantidad de azúcares agregados, sal y grasas saturadas contenidas en los ultraprocesados que se compran con frecuencia. Debemos reflexionar que no nos brindan ningún beneficio nutricional real. Educar de nuevo nuestras papilas gustativas es como practicar una especie de “mindfulness de la nutrición” y por ello, las palabras clave aquí son: -conciencia plena- Es decir, ser verdaderamente conscientes de lo que compramos y de lo que estamos metiendo a nuestros cuerpos", enfatiza la especialista del Hospital Houston Methodist.
5 pasos para restablecer tus papilas gustativas
1. Lee las etiquetas nutricionales
Lo más importante, ten en cuenta la cantidad de azúcar agregada, sal y grasas saturadas que consumes cada día. Una buena regla general es: cuanto meno ingredientes haya en la etiqueta, menos procesado es el alimento.
La American Heart Association recomienda limitarse a:
• 24 gramos de azúcar añadida por día para las mujeres; 36 gramos para hombres
• 2,300 miligramos de sal por día; menos si tienes presión arterial alta o una afección cardíaca
• 11 a 13 gramos de grasa saturada por día (para alguien que come una dieta de 2,000 calorías)
2. En serio, lee todas las etiquetas nutricionales
Vale la pena reiterar esto, ya que, estos aditivos también podrías encontrarlos en:
• Panes
• Condimentos
• Cereales
• Cremas de café
• Barritas energéticas
• Frutas y bebidas saborizadas
• Granola
• Carnes envasadas, como perros calientes, tocino y carnes frías
• Mayonesas
• Bebidas deportivas
• Yogures
La cantidad de azúcar o sal agregada en estos alimentos puede no parecer inmediatamente alarmante, pero estas pequeñas dosis podrían tener un impacto acumulativo.
3. Comienza a intercambiar alimentos procesados por integrales
Una vez que sepas cuánta azúcar, sal y grasa obtiene de los alimentos procesados, será hora de comenzar a cambiarlos por otros más saludables. Las opciones sin procesar incluyen pollo fresco, pavo, pescado o carne de res. Esto también se aplica a los frijoles y otras fuentes de proteínas vegetales, por lo que es mejor elegir frijoles enlatados que digan "sin sal agregada", pero nada mejor como cocinarlos desde cero.
4. Reconcíliate con sabores más allá del dulce y salado
Si tu paladar está buscando más sabores, durante este reseteo de papilas, recuerda que hay otras opciones, más allá de agregar azúcar, sal o mantequilla. Por ejemplo, podrías considerar intentar: Ajo, Cebolla, Tomillo, Romero, Pimiento o chile en polvo.
5. Aprecia tu nuevo paladar
Con la rehabilitación de papilas gustativas, eventualmente notarás un cambio en tu paladar, especialmente si comes algo muy dulce o muy salado en una fiesta de cumpleaños o en las reuniones. "Incluso podrías encontrarte pensando que eso es realmente demasiado dulce, y no podrás comer el resto", finaliza Snyder.
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