Lo primero que debes saber es que existen dos principales tés que contienen valiosas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a mantener y recuperar la salud de la piel.
El primero de ellos es el té verde que, además de ser rico en vitaminas y minerales, limpia y calma gracias a que neutraliza los radicales libres, evitando la oxidación celular y el envejecimiento prematuro. Este té es ideal en las mañana, ya que también te da energía, puedes beberlo a la hora del desayuno.
El segundo es el té blanco, este, además de ser un poderoso antioxidante, también ayuda a aumentar la producción de colágeno de la epidermis. Así que, puedes tomar una taza diaria de este después de comer.
Además de los tés, existen las infusiones que desde niños hemos conocido. Están la Manzanilla, Manzana Canela o Flor de Azahar, y que podemos encontrar en hierbas o en sacos ya listos para sumergirlos en agua caliente. Estos, en específico la manzanilla o la flor de azar, ayudan a relajar, desinflamar y reducir el estrés, que son factores que pueden dañar la salud de la piel.
Así que también te recomendamos beber estas infusiones antes de ir a dormir, ya que además contribuirán a que tengas un sueño reparador. Por si fuera poco, beber té ayuda a la hidratación general del cuerpo, lo cual es muy importante para mantener la elasticidad, prevenir la resequedad y tener una piel luminosa.
Lo mejor, es que hoy existen en el mercado muchas opciones para ingerirlos de forma deliciosa, natural y de buena calidad. Algunos de ellos, como Flor de La Paz, Euro Te o los de Traditional Medicinals, se venden en supermercados o tiendas naturistas. Busca el que mejor se adapte a tus necesidades y empieza a disfrutar de sus beneficios, obtendrás grandes resultados en tu salud en general.